Mascarilla Calmante

• PASO 1: Limpiar a profundidad la piel. ¡Probablemente el paso más importante! De lo contrario nuestros principios activos no podrán penetrar correctamente. Debes asegurarte de que esté BIEN limpia, libre completamente de restos de maquillaje, residuos de los mismos limpiadores o pelusas de toalla. En este sentido, desaconsejamos métodos más superficiales de limpieza de la piel como las toallitas desmaquillantes. Prefiere el método que más te acomode y que implique lavar la cara con agua. No descuides aquellos restos de maquillaje que son solo liposolubles (es decir que no saldrán del todo con agua), con el desmaquillante adecuado. Recuerda también ser cuidadosa en la limpieza, sin tirar de la piel ni frotarla de forma brusca. No queremos estresar ni inflamar el rostro justo antes de que reciba su boost. La piel del rostro es delicada. Hay quienes prefieren en esta parte, aplicar un tónico para regular el pH del rostro justo antes de la mascarilla. Aunque no es imperativo, es un paso bienvenido si lo prefieres. • PASO 2: Momento de sacar la mascarilla y posicionarla en el rostro. Nuestras mascarillas vienen divididas en dos partes (superior e inferior) para tu comodidad. Todos los rostros son diferentes y queremos que el fit sea lo más preciso posible. Nuestras mascarillas tienen la densidad necesaria para resistir una manipulación normal sin sufrir roturas ni necesidad de contar con las incómodas meshes o rejillas, aun así, ten cuidado con enterrar las uñas al sacarla o de tirarla de forma innecesaria. Cuando la posiciones sobre tu rostro, asegúrate de estirarla sin que queden bolsas de aire. • PASO 3: La mejor parte: ¡A disfrutar por 15-20 minutos SOLO PARA TI! ese tiempo será más que suficiente para recibir los beneficios de la mascarilla, A diferencia de las mascarillas que cuentan con algodón y otras telas, no te tienes que estresar si te pasas un poco del tiempo, ya que en ningún caso alcanzará a secarse ni menos aun, a tomar agua de vuelta de tu piel. • PASO 4: Retira la mascarilla y bótala. Es de uso totalmente desechable. Recuerda que por más limpia que esté la piel, tiene bacterias propias de su barrera natural. En ningún caso guardes mascarillas que ya fueron utilizadas. Lo que toca ahora, es hacer un pequeño masaje con el producto que quede sobre la piel dando pequeños toquecitos. Si quieres, puedes seguir con tu rutina y aplicar una crema hidratante o maquillaje.