El contouring o contorneo del rostro es sin duda la técnica de maquillaje de la década. Te contamos cómo aplicarla en tu rostro sin complicarte.
Por Andrea Hartung.
Desde que las Kardashian lo introdujeron a nuestras vidas, el contouring o técnica de contorneado facial se ha vuelto un imprescindible del maquillaje. Mientras que algunas personas solo lo aplican en ocasiones importantes, otras eligen llevarlo en el día a día, y al hacerlo han desarrollado técnicas para no tener que pasar demasiados minutos frente al espejo.
Olvida el “baking” del contouring
Sí, pareciera que fuéramos a preparar un pastel. Lo que pasa es que una de las claves del contouring popularizado por las influencers y las redes sociales es el “baking” u horneado. Esto se realiza aplicando polvo sobre el maquillaje para fijarlo. Pero esto tarda varios minutos y la verdad es que si no vas a protagonizar fotos editoriales o un programa de televisión, puedes obviarlo.
Lo que necesitas son tres pasos básicos: primero, prepara tu piel con un buen primer. Este puede tener características iluminadoras o matizantes, según prefieras, y basta con aplicar de forma pareja sobre el rostro.
Luego, con la ayuda de un bronzer en crema o en polvo, marca la línea de la mandíbula para dar profundidad. También puedes aplicarlo bajo la barbilla, a los lados de la nariz y en el punto más alto de la frente, para estilizar. No olvides difuminar muy bien para que no queden manchas.
Por último, con un iluminador destaca las zonas altas: el tabique de la nariz, el corazón de la boca, la parte alta de tus mejillas y sobre las cejas.
